Los retrasos en la rehabilitación de la Catedral de La Laguna por cuestiones técnicas y patrimoniales propiciaron que el proyecto final de la sustitución de las cubiertas no se firmase hasta 2008, con el Partido Socialista (PSOE) en el Gobierno de España. El presupuesto ascendía a 6 millones de euros, a financiar por el Ministerio de Cultura, gestor del Plan Nacional de Catedrales del que formaba parte el templo nivariense.

 

El estallido de la crisis económica poco tiempo después supuso los retrasos en los pagos de la obra que continuaron con la llegada del Partido Popular (PP) al Ejecutivo nacional en 2011. La demora en la financiación ha supuesto el endeudamiento del Obispado de Tenerife, a fin de poder continuar con los trabajos. El deán de la Catedral, Julián de Armas, confiesa que se plantearon parar las obras ante la grave situación económica, pero todas las instituciones coincidieron en que este drástica medida sería perjudicial para el futuro del templo.

 

El pasado 24 de octubre, el Consejo de Ministros aprobaba la concesión de un millón de euros "con carácter excepcional" para las obras del templo. Sin embargo, el hecho de que la financiación total prevista aún no haya llegado ha implicado que los trabajos en la iglesia de los Remedios no hayan finalizado en su totalidad. El arquitecto encargado, José Miguel Márquez Zárate, piensa que serán las futuras generaciones las que puedan admirar la Catedral completamente acabada.