La Catedral de La Laguna no se entiende sin su plaza. El recinto que cerca la sede la Diócesis de Tenerife ha acompañado a los laguneros desde principios del siglo XX y era una de las paradas obligadas que los viandantes realizaban en su visita a la Ciudad de los Adelantados. No eran pocos los niños que jugaban en un lugar donde se encontraba el estanque de los patos que contaba, como el templo, con un hilo sentimental que le unía a sus visitantes. No en vano, el centro neurálgico durante más de cien años de la que fuera capital de la Isla lo constituían la Catedral y sus aledaños.

 

La presencia de animales acompañando a la iglesia de los Remedios se remonta al siglo XVI. Ya en 1515 se encontraban corrales en los que los animales convivían con el paisaje del casco lagunero. Sin embargo, el avance y crecimiento de la ciudad ha obligado, según los expertos, a retirar la presencia de animales en la zona por razones de higiene y seguridad, pese al carisma que le otorga a la plaza.

 

Es por ello que la plaza de los Remedios era conocida hasta este año por todos los laguneros como la "plaza de los patos" debido a ese estanque de patos que cubría gran parte del exterior de la iglesia. Sin embargo, el pasado 30 de septiembre, trabajadores del Ayuntamiento de La Laguna retiraban el estanque de forma definitiva. Las obras de reestructuración de la plazoleta darán paso a una nueva etapa en el lugar de acompañamiento de La Catedral. 

 

Desde que el Ayuntamiento diera a conocer su intención de reformar la plaza de los Remedios, han sido muchos los vecinos que se han mostrados contrarios a la retirada definitiva de los patos. Algo que desde el Ayuntamiento se ve necesario por razones de higiene. Si bien, los patos no desaparecerán del centro lagunero y pasarán a formar parte de las vistas del parque de la Constitución, en la zona norte del casco histórico.

 

Más allá de la reubicación de un estanque centenario, los vecinos del casco histórico de Aguere piden que no se viole el patrimonio que ha constituido, y aún constituye, la plaza de los Remedios. Esta demanda, que ha sido llevada hasta la Unesco fue en parte suscrita por la Comisión Insular de Patrimonio, quien recomendó conservar el estanque (aunque los patos no estarán) y el realce de la plaza, entre otros aspectos.

 

Ahora, la "plaza de los patos" dejará de existir tal como se conocía. Sin embargo, el lugar no quedará vacío. Los bancos empedrados seguirán formando parte de la postal del centro lagunero. Y, sin duda, seguirá siendo el emplazamiento de miles de lugareños.